viernes, 6 de mayo de 2011

Las transformaciones sociales en América Latina, 1880-1930

En América Latina, el rápido crecimiento de las economías de exportación en las últimas dècadas del siglo XIX causó importantes transformaciones sociales.


La clase alta se modernizó debido a los nuevos incentivos económicos. Los propietarios de grandes extensiones de tierras dejaron de contentarse con simplemente producir para la subsistencia; en su lugar, buscaron la forma de aumentar sus ganancias, lo cual condujo al surgimiento de un espíritu empresarial que marcó un cambio significativo en la apariencia y conducta de estos grupos sociales, quienes comenzaron a asumir los valores de la dominante burguesía europea. Los ganaderos de Argentina, los cultivadores de café de Brasil, los plantadores de azúcar de Cuba y México, todos buscaban eficiencia y éxito comercial.


Surgieron nuevos grupos sociales que desempeñaban funciones económicas y profesionales para la clase alta. Los comerciantes cumplieron una función esencial en esta transformación. Ahora muchos eran extranjeros y vincularon las economías latinoamericanas con los mercados ultramarinos, en particular con Europa. También se contempló una evolución entre los profesionales, abogados y demás representantes de los grupos extranjeros y nacionales en sus transacciones comerciales. Los abogados siempre habían sido importantes, pero ahora nuevas funciones al ayudar a determinar las leyes necesarias para gobernar y administrar en esta nueva época. 


La consolidación del modelo de crecimiento agro y minero exportador impulsó otros dos cambios fundamentales en la estructura social. Uno fue la aparición y el aumento de las clases medias. Por la ocupación desempeñada, a ellos pertenecían los profesionales, pequeños comerciantes y empresarios que se beneficiaban de la economía de exportación-importación, pero que no se encontraban entre las clases altas en cuanto a propiedades o liderazgo. Los portavoces del sector medio solían hallarse en las ciudades, tenían una educación bastante buena y buscaban un lugar reconocido en su sociedad. 

El segundo cambio importante tuvo que ver con la clase trabajadora. La expansión de las economías de exportación se dio junto con una importante inmigración proveniente de Europa, principalmente entre 1880 y 1910. La mayoría de estos inmigrantes se incorporaron a la actividad económica como obreros, artesanos o empleados del sector servicios. Estos trabajadores solían establecer sociedades de ayuda mutua y sindicatos. Los más importantes desde el punto de vista de la movilización sindical eran los trabajadores de la infraestructura que hacía posible las exportaciones e importaciones, por ejemplo los ferrocarriles y puertos. Por otra parte, el estado relativamente primitivo de la industrialización significó que la mayoría de los trabajadores estuvieran empleados en firmas muy pequeñas, habitualmente de menos de 25 empleados. Sólo unas cuantas industrias, como las textiles, se adecuaban a la imagen de enormes fábricas con técnicas de producción masivas. Los sindicatos en cuestión se solían organizar por oficios y no por industrias. La excepción eran los trabajadores de los ferrocarriles, las minas y los muelles, que no por coincidencia se hallaban entre los militantes más activos. 


Otro cambio importante, que se consolidó entre 1900 y 1930, afectó al equilibrio entre el número de población rural y urbana de la sociedad. Se combinaron la importación del trabajo y la migración campesina para producir el crecimiento a gran escala de las ciudades. En 1900 Buenos Aires ya era una ciudad grande y cosmopolita con unos 750.000 habitantes. Casi un cuarto de la población argentina vivía en ciudades con más de 20.000 habitantes; lo mismo ocurría en Cuba. Cerca del 20 por 100 de la población chilena residía en asentamientos similares, mientras que las cifras correspondientes a Brasil y México (el último con una población indígena sustancial) bajaban al 10 por 100. En Centroamérica las cifras también se hallaban por debajo del 10 por 100 y en Perú caía al 6 por 100. El hecho generalizado es que la expansión de las economías de exportación-importación ocasionó la urbanización de la sociedad latinoamericana. 


Thomas Skidmore y Peter Smith, "Las transformaciones en la América Latina contemporánea (década de 1880-década de 1990)". en Historia contemporánea de América Latina, Crítica, 1996.

2 comentarios:

  1. Gracias, por facilitar este valioso contenido que en verdad me ha servido mucho en mi carrera Universitaria

    ResponderEliminar
  2. muchas gracias por facilitar los textos

    ResponderEliminar