El fin del apogeo:
petróleo y crisis
Los “treinta años gloriosos” –uno de los ciclos expansivos
más largos del capitalismo- se terminaron con la crisis de 1973, en que los
precios del petróleo subieron abruptamente, comprometiendo el desarrollo de los
países industriales y acarreando consecuencias a escala mundial.
El efecto recesivo en los países industriales
Aunque el incremento del precio del petróleo repercutió en
el mundo entero, los grandes consumidores –los países industrializados- fueron
los más perjudicados. La consecuencia inmediata fue el desequilibrio de la
balanza de pagos, ya que debían pagar más dólares por las importaciones
petroleras. El encarecimiento del crudo aumentó los costos de la producción
manufacturera y disminuyó las ganancias de los empresarios. Algunos ramos como
la industria química, la automotriz y la siderurgia, redujeron la producción y
los salarios para enfrentar la crisis. Mientras los artículos subían de precio,
los sueldos bajaban; muchas fábricas cerraron o despidieron empleados y en
algunos países se trabajó a medio horario.
El conocido ciclo de las crisis capitalistas estaba a la
vista: inflación, disminución de la demanda, desocupación, descenso de la
producción… en Europa, Estados Unidos y Japón –motores del capitalismo mundial-
se frenó el crecimiento del PBI y el modelo industrial de la sociedad de
consumo entró en crisis.
La reacción neoliberal
Los gobiernos tomaron medidas para paliar la crisis. Dado que
era imposible aumentar los impuestos, recortaron los gastos sociales,
eliminando muchos programas de asistencia que habían caracterizado el Estado de
bienestar”. En muchos casos, la retirada del Estado de su papel en la economía
significó la privatización de las empresas públicas, cuya venta a particulares
proporcionaba ingresos, pero también muchas veces producía un aumento de las
tarifas.
Las nuevas prácticas económicas tuvieron su correspondiente
justificación teórica. A partir de los años 80 se abrió paso el término neoliberalismo para definir este regreso
del mercado como el mejor regulador de la economía. El Estado interventor, con
sus costos excesivos, se veía como un obstáculo al desarrollo económico. El viejo
principio liberal de la vieja competencia aparecía como la base para lograr una
economía sana, no subsidiada por el Estado. Pero las condiciones para competir
eran diferentes. Las multinacionales, los trust, los grandes conglomerados
financieros, hacían poco viable la libre competencia en condiciones de igualdad
para las empresas. De todos modos, el neoliberalismo cobró fuerza como práctica
y fue adoptado por muchos gobiernos, con Estados Unidos y Gran Bretaña a la
cabeza. Como teoría económica fue defendida por el economista Milton Friedman y
la Escuela de Economía de Chicago. Entre sus principios, volvía a asignársele al
Estado el papel de cuidar los intereses del capital. Esto significaba, entre
otras cosas, recortar el gasto público –reducir empresas y funcionarios
estatales, así como políticas sociales- y mantener bajo control las demandas de
los trabajadores, proponiendo contratos flexibles de trabajo. Que esto fuera
aceptado por los sindicatos solo era posible teniendo en cuenta el alto nivel
de desempleo y la pérdida de influencia de los trabajadores, una vez que el modelo
industrial tradicional había entrado en crisis.
Cuestionario:
1.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la crisis
del petróleo de 1973?
2.
¿Qué medidas tomaron los gobiernos?
3.
¿Cuáles eran los principios del neoliberalismo?
4. ¿Quién debía regular la economía según el
neoliberalismo, el Estado o el mercado? ¿Qué papel debía cumplir el Estado?
¿Qué papel debía cumplir el mercado?
5.
¿Qué sucedió con los trabajadores y los
sindicatos durante este período?