Con el fin de la segunda guerra mundial
en 1945, comenzó un largo enfrentamiento entre Estados Unidos y la
Unión Soviética, las dos potencias industriales que desplazaron a
Europa de su hegemonía internacional y se disputaron la supremacía
mundial durante cuatro décadas. Estas potencias representaban
concepciones económicas, sociales y políticas opuestas y creían
que debían extender su sistema al resto del mundo. Detrás de esta
idea había también intereses económicos, porque muchas colonias
europeas que contaban con materas primas muy valiosas venían
logrando su independencia, y las dos potencias trataban de tener
influencia en estos nuevos países, para lo cual necesitaban de
gobiernos amigos.
La doctrina truman
En 1948 el presidente estadounidense
Harry Truman consideró que su país estaba obligado a mantener una
política exterior intervencionista -esto es “meterse” en los
asuntos políticos de todos los países a nivel mundial- con el
objetivo de evitar la expansión de la Unión Soviética. Estados
Unidos decía defender a los países del “mundo libre”, es decir,
aquellos países donde los ciudadanos elegían libremente a sus
gobernantes, optando entre dos o más partidos políticos, existía
libertad de expresión y, en el plano económico, se respetaba la
propiedad privada y las inversiones de los empresarios capitalistas,
y la existencia de clases sociales según la riqueza que pudiesen
generar las personas. La Unión Soviética, por su parte,
representaba un modelo diferente, donde el Estado se había hecho
cargo de la producción y la satisfacción de las necesidades básicas
de la población, eliminándose la propiedad privada, pretendiendo
hacer lo mismo con las clases sociales, para lo cual se consideraba
necesario sustituir la democracia por el gobierno de un solo partido
político, el Partido Comunista. Al terminar la segunda guerra
mundial el “modelo soviético” (llamado socialismo real o
comunismo), fue adoptado -a veces impuesto por la fuerza- en los
países de Europa Oriental (Alemania Oriental, Polonia,
Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Albania).
El presidente Truman consideró que su
país debía liderar “el combate de la democracia contra el
comunismo”, prestando ayuda económica, respaldo político e
incluso militar a los países que se veían amenazados por el
“enemigo comunista”, es decir, por todos los partidos comunistas
que existían en muchos países del mundo y que recibían el respaldo
político de la Unión Soviética. La primer decisión que los
Estados Unidos tomaron al respecto fue ayudar económicamente a los
países europeos destruidos por la guerra mundial, porque veían que
la pobreza ocasionada por tantos años de guerra llevaba a muchos
ciudadanos a votar por los partidos comunistas y socialistas en las
elecciones.
En la década de 1950, en los Estados
Unidos, la lucha contra el “enemigo comunista” se convirtió en
una “cacería de brujas”, organizada por un senador del partido
republicano, Joseph McCarthy, quien entendía que ser comunista o
simpatizar con ellos era una actitud “antiestadounidense”. Por
eso se dedicó a perseguir a quienes consideraba sospechosos de estar
“con el comunismo” o de ser “espías”, atacando
principalmente a personas vinculadas a la política, las
universidades, los sindicatos y la cultura. El Partido Comunista de
los EEUU fue prohibido. Esta actitud se conoció a partir de entonces
como macarthismo, y se trasladó a todos los países donde de alguna
forma comenzó a desarrollarse la “guerra fría”. En Uruguay
estas actitudes comenzaron a darse a partir de 1960.
El mundo dividido en bloques
El enfrentamiento
entre los EEUU y la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas) por la supremacía mundial tomó con frecuencia la forma
de un conflicto armado que nunca afectó sus territorios, sino que se
jugó en terceros países, sin que las dos potencias lucharan
directamente entre sí. Esto se debió a que ambas contaron con
armamento nuclear que aseguraba la destrucción mutua en caso de
enfrentarse militarmente. Cuando hicieron la guerra, la hicieron a
través de algún aliado; cuando una de ellas intervenía
directamente, la otra no lo hacía. Estos conflictos bélicos se
conocen como “puntos calientes” de la guerra fría: fueron muy
importantes la guerra de Corea (1950-1953) y la guerra de Vietnam
(1965-1973), con la participación directa de los Estados Unidos.
Los carteles dicen: "No usar bajo ningún motivo porque el enemigo puede tomar represalias" |
La ampliación de
la hegemonía de los “dos grandes” -es decir, el predominio sobre
determinadas regiones del planeta- se hizo a través de la
intervención política y militar, pero fundamentalmente se
implementaron alianzas militares, programas de ayuda económica y
cultural. En menos de veinte años, el mundo quedó dividido en dos
bloques de países: el bloque occidental, capitalista, también
llamado por sus defensores “el mundo libre”, y el bloque
oriental, socialista o comunista, liderado por la Unión Soviética.
esta terrible suculento nanito wom
ResponderEliminarPuntos calientes de la guerra fria?🙏 Porfis
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